De Cabezas de Repollo a José R. Pollo: ¡La Pandilla Basura!

Garbage Pail Kids, ese es el nombre original con el que la empresa Topps, lanzó al mercado en 1985 las tarjetas que en España y gran parte de Hispoanamerica se conocieron como La Pandilla Basura, y en Argentina, Bolivia, Chile y Uruguay simplemente como Basuritas.

La Pandilla Basura – o Las Basuritas – eran tan asquerosas que daban risa. Al estilo Bart Simpson llamando a la taberna de Moe, cada personaje surgía de una combinación lúdica entre su nombre y su apellido. Desde ese centro, desde esa intersección única entre cada nombre y cada apellido, emergían personajes grotescos, ridículos, deformes y absolutamente fascinantes para nuestro pequeño morbo infanto juvenil.

En nuestra querida década se habían hecho extremadamente populares las muñecas Cabbage Patch Kids – Muñecas cabeza de repollo -. La empresa Coleco que las comercializada había vendido aproximadamente unas 100.000.000 de unidades, cuando los creativos de la empresa Topps – los dibujantes Art Spiegelman y Mark Newgarden y el diseñador artístico John Pound – tuvieron la grandiosa idea de parodiarlas. En vez de recrear un universo de muñecas amorosas, propusieron a las Garbage Pail Kids: unas muñecas y unos muñecos tan horribles y grotescos como les fuera posible.

Y se ve que a niños de todo el mundo, nos sedujo aquel universo bizarro y aterrador, porque rápidamente estas criaturas ilustradas se expandieron por todo el globo. Y las tarjetas, cromos, figuritas o como cada país las nombre, se esparcieron por Europa, Asia, Oceanía y América. En algunos países incluso se reeditaron las series en sus respectivos idiomas. Por ejemplo en Finlandia, Japón, Alemania, Australia, Italia, Israel, España, Rusia, Suecia, Reino Unido, en Hispanoamérica en Argentina, Brasil, Colombia, Chile y Perú.

Pero no todo fueron rosas para estos particulares seres ilustrados. Muchos padres se escandalizaron y su ingreso fue prohibido en varias escuelas y colegios. Parece ser que a los adultos de aquel entonces no les parecía del todo adecuado que nuestras jóvenes mentes se nutriesen con imágenes de niños descuartizados, ensangrentados, decapitados o cubiertos de mocos y otras asquerosidades.

En México por ejemplo, se prohibió la importación y exportación de este tipo de tarjetas. Dice, en el capitulo 48 de su Ley de impuestos generales » se prohíben las calcomanías de cualquier clase impresas a colores o en blanco y negro, (…) que contengan dibujos, figuras o ilustraciones que representen a la niñez de manera denigrante o ridícula, en actitudes de incitación a la violencia, a la autodestrucción o en cualquier otra forma de comportamiento antisocial, conocidas como Garbage Pail Kids, por ejemplo, impresas por cualquier empresa o denominación comercial». Chan.

Por otra parte, la compañía Topps fue demandada por los fabricantes de las muñecas Cabbage Patch Kids por infracción de marca. Y para rematarla, The Garbage Pail Kids Movie, la película estrenada en 1987 y basada en estos personajes es considerada por muchos críticos y portales especializados como la peor de la historia.

Sea como sea, haya sido como haya sido; Inés Queleto forma parte ya de nuestro imaginario. Y si una noche tenemos pesadillas es probable que sea porque nos haya venido a visitar José K. Lavera junto a su amigo Rubén D. Moniado.

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