La historia sin fin

“La historia sin fin” es una coproducción realizada entre Alemania y Estados Unidos basada en la primera parte de la novela homónima del escritor alemán Michael Ende; novela, considerada un clásico de la literatura juvenil que ha sido traducida a más de 36 idiomas.

Conocida como “La Historia sin Fin” en Hispanoamérica, “La Historia Interminable” en España y “The Neverending Story» en EEUU, esta enorme película del genero fantástico, fue proyectada por primera vez en 1984.

Impactante su música, sus seres fantásticos: enanos, hombres de piedras, caracoles de carrera, tortugas gigantes que hablan y estornudan, y una trama en que fantasía y realidad se entrelazan cual trenza sin fin; esta película es sin duda alguna, un gran clásico de los 80′.

Amada doblemente por los niños y jóvenes lectores, hacia el final de la película (¿no era que nunca terminaba?) se descubre que el héroe no era tan solo aquel pequeño guerrero intrépido de nombre Atreyu, sino también – ¡y fundamentalmente! – aquel otro niño, tímido y silencioso, leyendo a escondidas el libro que porta en tapa, al Auyrin. Ese, el niño lector, es el único que finalmente puede salvar a Fantasía de… La Nada.

Uno de los aspectos más sorprendentes de la película es que en aquel entonces los “efectos especiales” aun no estaban suficientemente desarrollados a nivel tecnológico. Todos los personajes fueron elaborados de manera “artesanal”: primero se diseñaban, luego se maquetaban en barro y por último se construían con yeso a escala real. Quince titiriteros eran necesarios para mover uno solo de los personajes de Fantasía.

Si te consideras verdaderamente fanático de esta historia puedes encontrar estos muñecos en la ciudad del cine de Baviera, donde incluso podrás dar un paseo sobre Fujur, aquel bello y enorme dragón que acompañara a Atreyu en su tramo final hacia la Torre de Marfil.