Thriller, la película

¿Thriller en sección películas?

¡Claro que sí! ¿Acaso hay alguna duda?

Tranquilo, tranquila, que también podrás encontrar este clásico ochentoso en su sector más pertinente: música.

Pero queremos inaugurar esta sección con el audiovisual más visto de todos los tiempos, el votado por más gente como el más influyente de toda nuestra historia humana y musical. El que batió récords de costos de producción (el video más caro realizado hasta ese entonces), de duración (catorce minutos), de locaciones diferentes y de cantidad de gente que lo ha reproducido (se estiman más de cuatro mil millones de personas). El más más.

Este video – dirigido por John Landis, y filmado en varios lugares de Nueva York y Los Ángeles- lo redefinió todo.

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Como toda película que se precie de serlo, Thriller cuenta su historia; tiene sus protagonistas principales: pareja enamorada, Michael Lobo, Michael Zombie,  y sus secundarios: zombies, ranas, grillos, coyotes aullándole a la luna. La historia nos cambia la linealidad de su discurso narrativo dos veces, en pleno clímax: 1- escena de terror en el bosque que es en realidad escena de una película; 2- escena de terror zombies queriendo atacar chica, que es en realidad un sueño. ¿Un sueño? Suspenso… los ojos amarillos de Michael mirando a cámara nos advierten lo contrario.

La historia es mas o menos así: chico enamorado pide mano a chica enamorada que acepta anillo y propuesta, soy especial dice él, claro dice ella, por eso me gustas, es que soy realmente especial insiste él, la luna le facilita la cosa al muchacho y en una escena digna de un Hitchcock tomándose el pelo a si mismo, el negrito de campera roja pasa a convertirse en un lanudo hombre lobo que le muestra – boquita abierta- todos sus filosos dientes a la chica que tan enamorada pero tan enamorada no estaba y huye corriendo. ¿Lobo estás? Si, y está corriendo detrás de la chica, la tumba y en momento de máximo terror -garras de enorme pezuñas en primer plano- la historia nos cambia su escenografía: Michael, ya no lobo, sino muchacho, come palomitas de maíz y mira la escena divertido desde su butaca de cine, mientras a la novia la cosa no le gusta y se va; Michael la sigue, ríen, caminan, charlan, pasan por cementerio y zombies emergen y los siguen, los rodean, los están por atacar, terror de la parejita enamorada, ¡pero sorprais!, Michael ya es zombie. Todos juntos -y obviamente a paso de zombies- , bailotean un rato y luego persiguen a la muchacha hasta su casa, terror in crescendo, Michael zombie se acerca a la muchacha y sorprais nuevamente: todo era un sueño. ¿O no?

Thriller, con su compleja estructura narrativa, su escenografía, su vestuario y por supuesto su música poblada de efectos especiales, es definitivamente el video ochentoso que nos guste o no Michael, su música o sus zombies; ha signado una década para la posteridad.

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